Desde antes de nacer, en el útero materno, nuestro cuerpo se desarrolló rodeado de líquido. Es por eso quizás, que el contacto con el agua nos trae una calma ancestral. Flotar un largo rato en el mar, o hundir nuestros pies en la orilla. Las gotas deslizándose suaves por nuestra frente, la sensación revitalizante después de un baño. Sumergirse en el agua es un instante que se parece mucho a la eternidad. Pequeños momentos de libertad donde el tiempo se detiene. ¿Qué es aquello especial que sentimos al estar cerca del agua, que como un bálsamo reparador nos alivia?
La talasoterápia y el mar
Las propiedades curativas del agua son tantas, que a lo largo de los siglos las iniciativas terapéuticas que giran a su alrededor se han ido perfeccionando. La talasoterapia es una de las más reconocidas, y se sirve del agua de mar y sus minerales como una forma de medicina alternativa. Su origen etimológico se remonta a la Antigua Grecia, ya que “thálassa” es mar y “therapeia” es curación. El sonido de esta palabra tan particular nos recuerda a aquel eco de paz que solo se oye en el lecho marino.
Puede suceder que en el ajetreo cotidiano se nos olvide que cuerpo y mente están íntimamente relacionados. Muchas dolencias se originan a partir de un exceso de estrés, así, la relajación del cuerpo es importante para mantener nuestra salud. En esencia, el agua de mar es sanadora porque es rica en elementos como el yodo, el sodio y el potasio. La talasoterapia no solo es una manera de calmar la mente, sino también de cuidar la salud física y espiritual. Como su transparencia, el poder curativo del agua da claridad mental, y se vuelve una capa de protección necesaria para un organismo que se enfrenta día a día a los desafíos de la vida.
Como su transparencia, el poder curativo del agua da claridad mental, y se vuelve una capa de protección necesaria para un organismo que se enfrenta día a día a los desafíos de la vida.
Le Méridien Ra fue en el siglo pasado un sanatorio marítimo debido a las aguas ricas en nutrientes que rodean sus playas. Hoy el hotel se encuentra en una zona donde circula una energía muy especial; es que la concentración de yodo aquí es diez veces superior a la media del Mar Mediterráneo.
En nuestro hotel nos inspira esta tradición que nació en Grecia y de la que es posible disfrutar rodeado del aire de mar más puro. En el spa contamos con tratamientos Thalasso que capturan siglos de conocimiento de talasoterapia y que son una oportunidad ideal para animarte a vivir una experiencia inolvidable. El agua es el origen de la vida; de allí venimos. Estar inmersos en su movimiento acompasado es recordar lo que fuimos alguna vez. ¿Cómo sumergirnos en sus bondades para unir cuerpo, mente y alma, y así volver a conectarnos con una paz esencial?